Cultivo casero de hongos

Cultivo casero de hongos

Últimamente veo en muchos sitios kits caseros para el cultivo de hongos. Y como éstos son parte vital de cualquier agrosistema, y dan beneficios al agricultor/permacultor como son aumentar la fertilidad del suelo, la productividad de sus cultivos, la resistencia a infecciones, o la producción de setas de (mucho) valor comercial, pues creo que ya es hora de dedicarles unas cuantas entradas.

En los últimos años, esta actividad ha pasado de ser un trabajo de laboratorio, a ser prácticamente un hobby para toda la familia, y desde hace unos años, los hongos se han vuelto tremendamente populares en la cocina, debido a la aparición de empresas cultivadoras y la función de difusión de afamados chefs televisivos (generalmente, pagados por las anteriores 😉

Pero ¿cómo se cultivan las setas? ¿Echo semillas, riego, y ya está, no?

Pues no exactamente

En realidad, las setas no son plantas, aunque mucha gente crea lo contrario.

No son verdes, por lo tanto, no hacen la fotosíntesis. Y sin fotosíntesis, no hay planta que valga.

Además, este hecho les obliga a alimentarse de Materia Orgánica creada por las plantas, y no pueden alimentarse de sales minerales, como hacen ellas.

¿Por qué es importante esto? Pues porque si queremos cultivar hongos, el procedimiento  no tiene absolutamente nada que ver con el que utilizaríamos si quisiéramos cultivar plantas.

Para empezar, debes saber que la mayoría de hongos que nos interesan, ya sea para comer o ya sea para aumentar la fertilidad de nuestro suelo, se engloban en tres tipos:

– Los hongos saprófitos:  que descomponen la materia orgánica y la remineralizan para crear nuevo suelo fértil

Hongos saprófitos degradando un tocón muerto

– Los hongos micorrícicos: que viven asociados a las raíces de las plantas, permitiéndoles una mayor absorción de agua y nutrientes y una defensa contra elementos patógenos. Y todo a cambio de un poco de azúcar vegetal.

La trufa, un carísimo hongo micorrícico

– Las levaduras: que son hongos unicelulares (de una sola célula) que hacen fermentaciones como las del pan, la cerveza, el bocashi, etc.

Levaduras al microscopio

Otros tipos serían los hongos parásitos o infecciosos, los endofíticos, etc. Pero como dudo que estés interesado en cultivar ninguno de ellos, los vamos a dejar por ahora.

Con la excepción de las levaduras, todos ellos tienen en común una estructura corporal muy determinada, llamada “micelio”

El micelio es un grupo de “pelillos” (llamados “hifas”), que forma una especie de pelusilla.

Micelio de champiñón, formado por miles de hifas

Si alguna vez has arrancado una seta en el campo, la pelusilla que se queda pegada en la base es el micelio, que en realidad puede ocupar metros y metros, o incluso hectáreas y hectáreas bajo tierra.

Si alguna vez se te ha puesto malo el pan de molde, esa pelusilla verde que sale en el mismo es el micelio del moho del pan (que es otro tipo de hongo)

Una espora de un hongo sería algo así como el equivalente fúngico (es decir, de los hongos) de la semilla de una planta (y que me perdonen los micólogos 😉 )

Esta espora contiene una cantidad determinada de ADN (llamemos «n» a esa cantidad), y cuando  germina, aparece una célula alargada (n), que al ir multiplicándose es lo que va formando las hifas (n). Y muchas de esas hifas juntas, forman un micelio primario (n).

Su reproducción es un poco compleja, con fases sexuales y asexuales, pero resumiendo podemos decir que cuando dos hifas distintas (llamémoslas + y -) se fusionan, dan lugar a un micelio secundario, con el doble de ADN que sus progenitores (es decir, 2n).

Ciclo de vida de un hongo, donde se ven las distintas fases n y 2n

¿Por qué te interesa esto? Pues porque es de este micelio doble de donde van a salir las setas que te quieres comer o vender.

Cuando se dan las condiciones necesarias de humedad y temperatura, de ese micelio 2n aparece lo que se llama un “primordio”, que es el equivalente fúngico de la yema de un vegetal. Y unos días más tarde, ese primordio se convertirá en una seta adulta que producirá sus propias esporas (n) y volverá a empezar el ciclo.

En futuras entradas iremos profundizando más en el cultivo casero de hongos, para que puedas aprovecharte de las ventajas de un cultivo sencillo y barato, que puede darte ventajas ecológicas, agrícolas, culinarias y económicas.

No está mal, ¿no?

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